29 junio, 2011

veranoѕ α тυ ℓα∂σ♥

Un día te levantas y la habitación está llena de rayos de sol. El cielo es azul y algunas nubes muy blancas se sientan sobre él. La música regala notas alegres, invitándote a bailar. Y bailas. Sola. Invisible. Sin coreografía. Divirtiéndote a primera hora de la mañana. Como si te esperase un gran día. Uno diferente. Uno de esos para guardar, para escribir, para dibujar. Y te pones tu mejor ropa, deseando que ayude. Y sales a la calle, sonriendo. Pensando en lo bueno que tienes y olvidando lo peor. Agradeciendo el calor y el aire que, de vez en cuando, te saludo. Y entonces lo sabes. Sabes que ya es verano. Que llegó el tiempo de piscina, de playa, de leer por placer, de fiesta, de amigos, de enamorarse. El verano de escuchar música, de dormir sin despertador, de tomar el sol. El verano que deseabas y que te merecías. Pero, sobretodo, un verano especial y diferente gracias a aquellas personas que con una sonrisa, unas palabras o un abrazo hacen que cada día de tu vida sea un día para recordar.

Me cansé de reír, de llorar, de fingir que estoy bien. Me cansé de esta ciudad. Me cansé de sus calles, llenas de gente y sin embargo, solitarias. Me cansé de la gente que me rodea. Me cansé de responder, sabiendo que luego vendrían más preguntas. Me cansé de aparentar. Me cansé de sentir. Me cansé de luchar. Me cansé de mis pensamientos, de mis sentimientos, de mis aspiraciones. Me cansé de confiar en las personas, y también en mí. Me cansé de sacar fuerzas, pues dejé de tener razones que me impulsaran a ello. Me cansé de mirar al futuro y pensar que vendrán tiempos mejores. Me cansé de buscar soluciones, pues ni si quiera se cuál es el problema. Me cansé de ser yo la que lleve la iniciativa. Me cansé de ser la conexión. Me cansé de la rutina. Me cansé de mis complejos. Me cansé de analizarme. Me cansé de recordar el pasado. Me cansé de echar de menos. Me cansé de soñar. …pero lo peor de todo es que me cansé hasta de mí.

21 junio, 2011

La real academia define la palabra imposible como algo que no tiene facultad ni medios para llegar a ser o suceder; y define improbable como algo inverosímil, que no se funda en una razón prudente. Puestos a escoger a mí me gusta más la improbabilidad que la imposibilidad, como a todo el mundo supongo. La improbabilidad duele menos, y deja un resquicio a la esperanza... a la ética.
El amor, las relaciones, los sentimientos... No se fundan en una razón prudente, por eso no me gusta hablar de amores imposibles, si no de amores improbables... porque lo improbable es por definición, probable, lo que es casi seguro que no pase, es que que puede pasar... Y mientras haya una posibilidad, media posibilidad entre mil millones de que pase, vale la pena intentarlo.

19 junio, 2011


¿Cómo le llamas a la persona que siempre te hizo brillar sin pedir nada a cambio?
-Mamá